CINCUENTA Y UN AÑOS FORMANDO CORAZONES...

¿Nos vemos en mayo!

miércoles, 3 de marzo de 2010

EL CINCUENTENARIO MÁS UNIVERSAL!!!


El Colegio Cardenal Spínola de Huelva celebra su Cincuentenario con la ilusión del reencuentro

miércoles, 03 de marzo de 2010 - www.cosasdeandalucia.com/web

Dejo por un momento mi mundo del flamenco para dedicarle este espacio al que ha sido y es mi colegio durante más de 15 años. El colegio Cardenal Spínola de Huelva cumple su 50 aniversario, todos los antiguos alumnos nos sentimos emocionados por el esperado reencuentro y creemos que este seria un merecido homenaje ya que estamos repartidos por todo el mundo. Desde aquí os dejo las profundas palabras de antiguas alumnas y La Directora del Centro, personas que están haciendo posible este evento que esperamos celebrar en Huelva, el próximo día 24 de abril.

El latido del tiempo
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La vida transcurre es un proceso imparable y caprichoso de sentimientos. Cada etapa que vamos superando nos deja un poso propio y característico formado con las experiencias vividas, un legado vital que queda cubierto por el poso de la siguiente etapa. Así vamos acumulando estratos de sedimentos como si del fondo del mar se tratara. Una capa sobre otra. Y abajo del todo las primeras etapas de la vida.

Pero de vez en cuando, un detalle cotidiano, un olor, un sonido, el timbre de una voz, o algún acontecimiento extraordinario, produce un pequeño movimiento de los bajos fondos de nuestros recuerdos y las vivencias de las capas más profundas afloran con la misma fuerza que cuando sedimentaron. Y cuando esos movimientos de terreno son compartidos a la vez por cientos de personas, el fenómeno toma dimensiones de seísmo, un terremoto de recuerdos capaz de proyectar los mejores y más intensos sentimientos, y de movilizar la voluntad colectiva.

Y eso es lo que está ocurriendo en Huelva; la tormenta del cincuentenario de un colegio ha devuelto a la superficie los recuerdos colectivos de cincuenta generaciones de antiguos alumnos que hoy por hoy se emocionan al unísono en un reencuentro que ha esperado, en algunos casos, más de 40 años. Pero lo mejor está por llegar.

El colegio Cardenal Spínola de Huelva, dirigido por la Congregación de Esclavas del Divino Corazón, es el epicentro de este particular terremoto. Los antiguos alumnos que se han educado allí se han dado cita por cientos en la Red de Redes, dando buena cuenta de la inmensa capacidad de interrelación social de Internet. La distancia entre ellos ya no es impedimento alguno, y en las plataformas sociales intercambian fotos, videos, recuerdos, direcciones, saludos emocionados, nombres de compañeros y compañeras, de antiguos profesores, de religiosas que marcaron sus vidas… Obras de teatro que representaron, travesuras escolares que les costó algún que otro castigo, frases inolvidables de sus educadores, emociones de pubertad… todo se cuenta, todo se comparte, y todo sirve para remover las capas sedimentadas de los recuerdos, con tal fuerza que se reviven instantes pasados con los cinco sentidos. Y ahí radica el éxito de la convocatoria: quién no quiere volver.

De momento el reencuentro ha sido virtual, matizado por la pseudointerpretación que se apodera de todos nosotros escribiendo comentarios, posteando en Internet. Mayúsculas sin control, signos de exclamación repetidos hasta el infinito, onomatopeyas imposibles para intentar expresar apenas una mínima parte de todo lo que están sintiendo, de todo lo que están reviviendo. Y aún les queda lo mejor: el encuentro físico, el contacto real, ese esperado abrazo que en muchos casos será efímero, pero que en otros perdurará, y sólo por esos merece la pena el terremoto que ha llevado a tanta gente a quedar en el mismo sitio y a la misma hora un 24 de abril. Será un día histórico.

Lo que empezó como una idea loca de una loca mujer, incapaz de pensar en un límite emocional porque ella no los tiene, se ha hecho realidad. Su propio espíritu es el espíritu de este encuentro, lo que a todos ellos les gusta llamar el espíritu Spínola, apellido del fundador de esta Congregación de Religiosas entregadas en cuerpo y alma a la educación más completa e integral que se pueda imaginar, la educación de personas en toda la dimensión de esa palabra. Y ese espíritu Spínola está haciendo estragos.

Su lema: 50 años formando corazones.
Su ritmo: el latido del tiempo.

1 comentario:

  1. Precioso, no tengo palabras despues de leer esto, me siento orgullosa de pertenecer al Espíritu Spínola.

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