CINCUENTA Y UN AÑOS FORMANDO CORAZONES...

¿Nos vemos en mayo!

jueves, 4 de marzo de 2010

OTRO PEDACITO DE MEMORIA...(el de Rocío Gil)


MI COLEGIO, MI INFANCIA

Mi paso por el colegio transcurrió de manera desapercibida y anónima. Fui una más. Pero el colegio no pasó por mi vida de igual modo.

De mi primer día en el colegio en el año 1975 recuerdo con claridad un lugar: el patio del recreo. Un sonido: el griterío de las niñas que jugaban a mi alrededor. Varias sensaciones: soledad, casi terror al principio y consuelo cuando al fin encontré a mi hermana Tere cinco años mayor que yo. Y sobre todo recuerdo una mirada: la de las amigas de mi hermana que en círculo me rodeaban con curiosidad. Diez años después fue mi último día en el colegio y curiosamente no recuerdo absolutamente nada. Entre un día y otro hubo muchos más repletos de recuerdos, caras, lugares, sonidos, olores, sensaciones, miradas… corazones.

Por suerte, pertenezco a esas generaciones que conocieron el colegio antiguo, pues estaba en quinto de E.G.B. cuando nos mandaron al Colegio Menor San Pablo para hacer las obras en el Paseo Santa Fe. Y es así que muchas veces he deseado pasear por aquella casa antigua para no sólo reconocer escenarios conocidos, sino para descubrir rincones para mí desconocidos. Y es que por mi carácter prudente nunca llegué a los lugares que otras compañeras cuentan recordar y que descubrieron gracias a una travesura, a un castigo o a un escondite.

¡Desearía tanto poder repasar con la mirada y no sólo con el recuerdo el patio de mármol! Su tejado de cristal y sus columnas. La portería bien pintada de blanco y siempre acompañada por María Antonia y aquella hermana viejecita y encorvada, para mí sin nombre. La diminuta capilla en mi memoria siempre oscura. La escalera de mármol que llevaba hasta la galería por la que se dispersaban las aulas. La escalera de madera que a cada paso crujía y que bajándola te conducía a otro patio lleno de plantas, con la pajarera y presidido por el Corazón de Jesús. El patio del recreo con las dos fuentes para beber y al fondo el pequeño patio cubierto con los servicios. Y a su lado las aulas de parvulitos que llegaban hasta la calle. Pero en mi recorrido mental hay pasillos que no sé a dónde llevan y puertas cerradas cuyo interior ignoro. Puertas que ya para siempre continuarán cerradas.

El curso se transición entre el colegio viejo y el nuevo para mí fue maravilloso. Nos tocó horario de tarde en el Colegio Menor San Pablo y ¡aquello fue una suerte para una dormilona como yo! Entrábamos a las dos y media del mediodía y de la hora de salida no estoy segura. En invierno era de noche y mi padre y la madre de Lolita Paniagua se turnaban para recogernos. En primavera cogíamos el autobús y en su espera jugábamos y disfrutábamos de la caída del sol desde el Conquero. A mi clase la ubicaron no en el edificio de aquel colegio, sino en lo que creo eran los vestuarios del centro, que remodelaron para transformarlos en un aula. Estábamos apartadas de todas las demás, pero aquello no me importó sino que, contrariamente, hizo que sintiera a mi clase más unida y compacta. ¡Fue un año inolvidable!

Comenzamos sexto en un nuevo lugar: las instalaciones de los Jesuitas, y lo terminamos en el edificio a estrenar y aún sin terminar del Paseo Santa Fe. Subíamos a la azotea a la hora del recreo y aprovechábamos para conocer nuestro nuevo colegio. Durante un tiempo tuvimos que asistir las mañanas de los sábados al colegio para recuperar las horas perdidas durante las obras. ¡Menos mal que nos permitieron ir vestidas de calle!

Mis dos últimos años en el colegio recuperaron la normalidad de horarios e instalaciones y reconozco que añoré las puestas de sol del Conquero, las mañanas sin madrugones, las castañas asadas que la madre de Lolita compraba a la vuelta a casa, los juegos en la parada de autobús…

El nuevo centro del Paseo Santa Fe era magnífico. Al fin teníamos gimnasio, salón de actos y capilla grande. Apenas me dio tiempo de conocerlo y disfrutarlo. Su recuerdo emocionado es para otras generaciones. Yo me quedo con aquella casa antigua del Paseo Santa Fe, con las Hermanas María, Flora, Celia, Magdalena, Amalia, Teresa, Pilar Maldonado… Las Señoritas Mª Ángeles, Maribel, Socorro, Maruja, Mª Carmen, Julia… Y mis compañeras Mª Jesús Vilchez, Mª Mar Caldentey, Ana Bayo, Rocío Buades, Ana Medina y tantas amigas más de mi infancia que sin nombrarlas me despido, ellas todas forman parte de mi vida y de la de este colegio por el que pasé anónima pero que tanta huella dejó en mí.

Rocío Gil Álvarez

miércoles, 3 de marzo de 2010

EL CINCUENTENARIO MÁS UNIVERSAL!!!


El Colegio Cardenal Spínola de Huelva celebra su Cincuentenario con la ilusión del reencuentro

miércoles, 03 de marzo de 2010 - www.cosasdeandalucia.com/web

Dejo por un momento mi mundo del flamenco para dedicarle este espacio al que ha sido y es mi colegio durante más de 15 años. El colegio Cardenal Spínola de Huelva cumple su 50 aniversario, todos los antiguos alumnos nos sentimos emocionados por el esperado reencuentro y creemos que este seria un merecido homenaje ya que estamos repartidos por todo el mundo. Desde aquí os dejo las profundas palabras de antiguas alumnas y La Directora del Centro, personas que están haciendo posible este evento que esperamos celebrar en Huelva, el próximo día 24 de abril.

El latido del tiempo
http://www.cosasdeandalucia.com/web/index.php?option=com_content&task=view&id=813&Itemid=185

La vida transcurre es un proceso imparable y caprichoso de sentimientos. Cada etapa que vamos superando nos deja un poso propio y característico formado con las experiencias vividas, un legado vital que queda cubierto por el poso de la siguiente etapa. Así vamos acumulando estratos de sedimentos como si del fondo del mar se tratara. Una capa sobre otra. Y abajo del todo las primeras etapas de la vida.

Pero de vez en cuando, un detalle cotidiano, un olor, un sonido, el timbre de una voz, o algún acontecimiento extraordinario, produce un pequeño movimiento de los bajos fondos de nuestros recuerdos y las vivencias de las capas más profundas afloran con la misma fuerza que cuando sedimentaron. Y cuando esos movimientos de terreno son compartidos a la vez por cientos de personas, el fenómeno toma dimensiones de seísmo, un terremoto de recuerdos capaz de proyectar los mejores y más intensos sentimientos, y de movilizar la voluntad colectiva.

Y eso es lo que está ocurriendo en Huelva; la tormenta del cincuentenario de un colegio ha devuelto a la superficie los recuerdos colectivos de cincuenta generaciones de antiguos alumnos que hoy por hoy se emocionan al unísono en un reencuentro que ha esperado, en algunos casos, más de 40 años. Pero lo mejor está por llegar.

El colegio Cardenal Spínola de Huelva, dirigido por la Congregación de Esclavas del Divino Corazón, es el epicentro de este particular terremoto. Los antiguos alumnos que se han educado allí se han dado cita por cientos en la Red de Redes, dando buena cuenta de la inmensa capacidad de interrelación social de Internet. La distancia entre ellos ya no es impedimento alguno, y en las plataformas sociales intercambian fotos, videos, recuerdos, direcciones, saludos emocionados, nombres de compañeros y compañeras, de antiguos profesores, de religiosas que marcaron sus vidas… Obras de teatro que representaron, travesuras escolares que les costó algún que otro castigo, frases inolvidables de sus educadores, emociones de pubertad… todo se cuenta, todo se comparte, y todo sirve para remover las capas sedimentadas de los recuerdos, con tal fuerza que se reviven instantes pasados con los cinco sentidos. Y ahí radica el éxito de la convocatoria: quién no quiere volver.

De momento el reencuentro ha sido virtual, matizado por la pseudointerpretación que se apodera de todos nosotros escribiendo comentarios, posteando en Internet. Mayúsculas sin control, signos de exclamación repetidos hasta el infinito, onomatopeyas imposibles para intentar expresar apenas una mínima parte de todo lo que están sintiendo, de todo lo que están reviviendo. Y aún les queda lo mejor: el encuentro físico, el contacto real, ese esperado abrazo que en muchos casos será efímero, pero que en otros perdurará, y sólo por esos merece la pena el terremoto que ha llevado a tanta gente a quedar en el mismo sitio y a la misma hora un 24 de abril. Será un día histórico.

Lo que empezó como una idea loca de una loca mujer, incapaz de pensar en un límite emocional porque ella no los tiene, se ha hecho realidad. Su propio espíritu es el espíritu de este encuentro, lo que a todos ellos les gusta llamar el espíritu Spínola, apellido del fundador de esta Congregación de Religiosas entregadas en cuerpo y alma a la educación más completa e integral que se pueda imaginar, la educación de personas en toda la dimensión de esa palabra. Y ese espíritu Spínola está haciendo estragos.

Su lema: 50 años formando corazones.
Su ritmo: el latido del tiempo.

lunes, 1 de marzo de 2010

OTRO PEDACITO DE MEMORIA... (el de Bea Rodríguez Zalvide)



El colegio no es solo Santa Fe 5. El colegio es Beas y Clarines, los padres Blancos y el monasterio de la Cinta. Campamentos, excursiones y javieradas. Los autobuses Romero y el megáfono de la Hermana Teresa Maldonado. El día del ayuno voluntario y el de la paz. El colegio es el himno de la coronación y el ángelus por las mañanas. La capilla de arriba y la biblioteca. Claveles rojos, lazos blancos. El cambio a la falda de cuadros. La medalla de la Virgen. Recibe, oh, querida Madre…

Recordar el colegio es volver al olor de libro nuevo, al gusto por estrenar cuadernos y forrar carpetas, a la época en la que no había que marcar el 959 para llamar a casa de tus amigas. A la seguridad de una capilla donde nada malo podía pasarte, a un patio en el que todo lo bueno ocurría. Es volver a unos años que se quedaron grabados en pupitres, bancos, paseos a la fuente y confesiones en los servicios. 1, 2, 3, tijera...1, 2, 3, gacela...

No solo nosotras pasamos por el colegio. El colegio pasa por la vida de todas y nos cambia, ni que decir tiene que nos mejora. Se convierte en parte de nosotras. El colegio es un norte, nuestra casa. En él crecimos y conocimos la sed de aprender, de mirar, de entender y de escuchar. De él nos fuimos con los bolsillos llenos de alegría, orgullo, valentía, generosidad y amor. Tú me enseñaste a volar…

Y al colegio volvemos, aunque sea así, recordando, cada vez que necesitamos sentirnos a salvo. Por mí y por todos mis compañeros…

Bea Rodríguez Zalvide

viernes, 26 de febrero de 2010

OTRO PEDACITO DE MEMORIA, esta vez en verso (el de Lola Merchan)



DESPERTANDO SENTIMIENTOS DORMIDOS

Jamás pude imaginar,
que después de treinta años
fuese capaz de llorar
con emoción, sin engaños
tan sólo al recordar,
esas historias vividas,
que vagaban sin rumbo perdidas
en un rincón de mi memoria.

!!!Ay, amigas para siempre,
nos prometíamos entonces,
ay, el paso de los años,
cómo nos ha convertido
sin quererlo, ni beberlo
en amigas del olvido!!!!.

!!!!Cuántos momentos vividos,
cuántos recuerdos asoman
por el tunel del olvido,
ya hemos abierto la puerta
para que sólo por un instante
se tomen un breve respiro!!!.

Nuestro ayer no se había muerto, nuestra infancia sigue viva, el presente nos lo ha devuelto, para que el futuro nos diga:

Mañana te llamaré,
mi querida y vieja amiga,
que de ahora en adelante,
cada una con su vida
pero siempre tendremos presente,
que aunque el pasado, es pasado,
el pasado no se olvida
ni aunque pasen treinta años,
mi querida y buena amiga.

Lola Merchán Cornejo

martes, 23 de febrero de 2010

OTRA CARTA MUY ESPECIAL!! (de Hna. María Delgado)


Querida Lola:

Francamente te confieso que cada vez que abro el correo, aunque la verdad es que apenas sé darle al ordenador, me emociona leer tantos testimonios y tanto cariño de las que un día fueron alumnas mías.

Nunca pude pensar que hubiera llegado a tanto... Aunque la verdad es que he comprendido lo que valen los corazones de tantas niñas que pasaron un día en 6º por mi tutoría y cómo supieron recibir lo que quise dejarles a través de aquellos años.

He leído lo que Hª Victoria les ha escrito y me pasa igual que a ella, recuerdo sus nombres pero no sus caras. Estoy deseando que llegue el día 24 de abril para encontrarnos de nuevo; estoy segura de que el disfrute será tan grande como me lo imagino. ¿Cómo es posible que se acuerden de los chistes que contaba, y de todas las ocurrencias que teníamos?

GRACIAS A TODAS, os llevo de verdad en el corazón. Fueron nueve años extraordinariamente felices para mí y sé que esa felicidad, en gran parte, me la proporcionaron ustedes. ¿Qué más podría deciros? A veces faltan palabras para expresar todo lo que se siente...

Un abrazo muy fuerte,

Hna. María Delgado

domingo, 21 de febrero de 2010

SPÍNOLA SIEMPRE!!

Un regalo con mucho cariño para toda la comunidad Spínola, y muy especialmente para los que hoy tienen sus corazones "en formación" en 3º de primaria... Y para una persona que ha sido capaz de movilizarnos a todos!!! Ella lo sabe...

jueves, 18 de febrero de 2010

OTRO PEDACITO DE MEMORIA (el de Beatriz Saen de Casas)




Cuando era pequeña, llegué a ver la película de Cenicienta unas doce veces. Me encantaba la escena en la que ella baja por fin buscando al lacayo del príncipe, a tiempo para demostrar que el zapato de cristal es suyo. No sé la de veces que habré bajado las escaleras de marmol del colegio antiguo soñando ser la cenicienta del cuento, soñando, como muchas otras niñas, que era una princesa.

Aquella escalera de marmol grande y señorial ya no existe más que en nuestro recuerdo. El curso de 1980-81 fue el último que cursamos todas entre aquellas paredes. El curso siguiente, 1981-1982, estuvimos "exiliadas" en el Colegio Menor San Pablo o en los Jesuitas. Ese fue mi año de 8º de básica, el último en el colegio. Para aquel mes de mayo de 1982 había que preparar, como en años anteriores, una canción para la Virgen compuesta por nosotras mismas. Un día, la hermana Rosario, nuestra tutora, nos pidió que la cantásemos en clase antes de presentarla. Había un verso de la canción que decía "el colegio se cae". Cuando terminamos, la hermana Rosario nos dijo que ese verso era un poco fatalista, "El colegio no se cae, el colegio es mucho más que un edificio". Aquel día, con la rebeldía de los 13 años, pensé para mis adentros que ella qué sabía, que no era su colegio el que estaban echando abajo, que no podía entender nuestros sentimientos.

Ahora, con 41 años, sé que tenía razón. El colegio era, y es, mucho más que aquellos muros que todas habíamos aprendido a amar. Sí, es cierto. Por aquellos pasillos habíamos corrido todas alguna vez desobedeciendo las ordenes de las monjas. Habíamos jugado al "triyo-yo-yo, al triyo-yo-yo", al matar, al baloncesto, al escondite, habíamo cantado "soy capitán de un barco inglés" en el patio de recreo. En el patio de marmol habíamos celebrado toda clase de misas, teatros, conciertos y demás actos. En las clases separadas por aquellas puertas en forma de acordeón habíamos aprendido matemáticas mientras oíamos dar sociales a las de la clase de al lado. Rezamos incontables veces en aquella pequeña capilla donde apenas cabíamos una clase, oliendo a la cera quemada de las velas. Todo eso era cierto.

Aquel edificio señorial guardaba los recuerdos de la infancia y principio de la adolescencia de varias generaciones. Poseía unos rincones de ensueño: la pajarera del patio del Sagrado Corazón, la cristalera de colores del "salón de actos", las columnas del patio de marmol... todo con un encanto particular, especial, de otra época. Y lo estaban derribando. El progreso mandaba y había que hacer un nuevo edificio más acorde con los tiempos que corrían, con unas instalaciones más modernas y más amplias.

Para mí fue muy triste pasar por el Paseo de Santa Fé durante tantos días de aquel año 1982 y ver como, cada vez, iba quedando menos en pie de aquel edificio. Incluso llegué a guardar una piedra de marmol y otra de los azulejos verdes que revestían la fachada. Ya no los conservo, se perdieron en alguna mudanza. Por suerte, mis recuerdos no los he perdido.

Aquellas clases de párvulos que daban al patio de recreo, con una alfombra verde inmesa en el suelo. Aquel día en el recreo de párvulos, corriendo detrás de la hermana Rosario Calle, intentando tirarle del hábito, ella riendo más que nosotras. Mi primera etapa de E.G.B., con la señorita Pepita en 1º de básica y la señorita Mónica enseñándonos a bailar el vito, la reja, las sevillanas para después, en fin de curso, bailarlas en la Ciudad Deportiva. Ese, junto a un año que hicimos en clase "El flautista de Hamelim", en la que yo hacía de alcalde y Elena Martínez de flautista, es el recuerdo más nítido que tengo de aquellos primeros años en el colegio.

Luego llegó la segunda etapa. Eramos "de las mayores". Teníamos hasta el recreo a una hora diferente que "las pequeñas". Nunca olvidaré mi curso de 6º de básica, 1979-1980, por varios motivos: Por lo mucho que la Hermana María Delgado, tutora nuestra, nos aportó...y los chistes que nos cóntó (la sandía tan grande que en vez de "pepitas" tenía "doña josefas"). Por los ensayos de la zarzuela "Agua, azucarillos y aguardiente", que crearon en mí un gusto por "el género chico" que aún hoy me dura. Cuando tengo ocasión, voy a ver las representaciones que hacen en teatros y, sí, todas son ecepcionales, pero seguro que ninguna está hecha con tanta ilusión y tanta alegría como aquella nuestra. Por las marchas montañeras que hicimos. No recuerdo a los sitios exactos, pero fue el primer año de pertenecer a las montañeras y aquello me ha dejado para siempre un amor a la naturaleza, a caminar por el campo disfrutando del paisaje y a descubrir la belleza de las cosas más pequeñas. Por aquel periódico que se editó en el colegio y se llamó "Siempre a tiempo", en el que todas participábamos, publicando chistes, poesías, noticias....

En 7º, curso 1980-81. Fue el último año en el colegio antiguo. Mis recuerdos se centran especialmente en las clases de la hermana Salud, nuestra tutora, que siempre sacaba tiempo para enseñarnos "urbanidad", con su voz con deje argentino, siempre dulce, siempre pausada. La señorita Julia, encargándonos los textos libres, picándonos con el gusanillo de la escritura. El equipo de baloncesto de mi clase, que ganaba siempre al de las mayores del colegio.

Y llegó el año del "exilio", 1981-82, el último que cursaría en el colegio, pero en las aulas del San Pablo. ¡Cuantos recuerdos me trae aquel año! Mi primera pandilla de chicos con los que quedábamos los fines de semana. Bajar todas juntas la cuesta del Conquero camino de regreso a casa una vez terminadas las clases. La hermana Rosario, nuestra tutora.....

La casa palaciega ya no existe, ni yo conservo las piedras que recogí. Pero, además de mis recuerdos, sé que la hermana Rosario tenía razón porque lo que el colegio era, es y representa, sigue y seguirá vivo siempre porque el colegio era mucho más que todo eso. Ese "espíritu Spínola" sigue vivo. La semilla que el "Arzobispo mendigo" plantó una vez, ha dado su fruto y con creces. Todas las generaciones que han pasado, y pasarán por el colegio, seguirán llevando la huella de su mensaje de amor, de ayuda a los más necesitados y de la fé en Jesús y en María Inmaculada.

Ojala nunca perdamos nuestras raíces, ojalá siempre recordemos con la misma nitidez esa ilusión que teníamos en aquellos años, esa inocencia de la niñez. Ojalá supieramos mirar siempre el mundo con los ojos de la niña que un día fuimos.

Por último, un recuerdo muy especial para la Hermana Flora. Ella me enseñó en los campamentos y las marchas montañeras a ver la bellza de las pequeñas cosas que nos rodean, esas que, por cotidianas, a veces nos pasan desapercibidas. Aunque todas las mojas que han pasado por el colegio han influido en mí en mayor o menor medida, ella, la Hermana María Delgado y la hermana Salud me hicieron sentir que era verdad la frase de "amar a Dios con alegría" y que siempre, en todas las circunstancias de la vida, había que predicar con el ejemplo.

sábado, 13 de febrero de 2010

UNA CARTA MUY ESPECIAL PARA TODAS!! (De Hna. Victoria Giménez)


Querida Lola:

Gracias a todas porque nos estáis haciendo vivir de nuevo todo nuestro pasado en Huelva. ¡Cuánto estamos disfrutando! Cuando me fui a Ronda, aquella misma tarde, Esther estaba contentísima por el rato tan bueno que había pasado con vosotros, ella me estuvo contando y yo a ella; así que revivimos aquellos años del Colegio de Huelva, nos íbamos de un acontecimiento a otro, de una persona a otra…tratando de poner en pié cada recuerdo hasta el punto de no poder coger el sueño. "Esther, ¿no te duermes?". "Mira, es que me estoy acordando de…" y nos enredábamos otra vez en los recuerdos.

Dale las gracias de mi parte a todas las que me han enviado su mensaje en el correo que tú me has mandado: Verónica Ojeda, Ana Tejero, Chelo Delay, Lola García, Mariví García, Kristina Delay, Esther Cruz, Myriam Muñoz. Recuerdo perfectamente sus nombres, pero no sus caras. La imagen que tengo de ellas es la del Colegio, de niñas. ¿Las conoceré cuando las vea? Me pasará como contigo, que si no me dices quién eres, no te conozco.

No sé si podré ir el día 24 porque tú sabes cual es mi trabajo en esta casa de hermanas mayores y no me parece bien faltar más de la cuenta. De vez en cuando lo tengo que hacer para ir a ver a mi madre y echarle una mano a mi hermana. De todas formas, yo vivo con vosotras todos los días este acontecimiento y le pido al Señor que todo repercuta en el bien vuestro, de vuestros hijos, de vuestras familias, del Colegio y de toda HUELVA.

Os animo a que sigáis con este trabajo tan lindo con el que estáis creando lazos de unión y de relación entre las personas que vivimos juntas experiencias tan bonitas en etapas tan importantes de la vida: para vosotras, antiguas alumnas, vuestra época de Colegio; para nosotras, religiosas, una etapa importante de nuestra MISIÓN: FORMAR VUESTROS CORAZONES para que seáis luz en el mundo que os ha tocado vivir.

Un abrazo con todo el cariño para ti y para todas las AA.


Victoria Giménez (adc)

YA EMPIEZA A TOMAR FORMA Y A HACERSE REALIDAD LA MAGIA DEL REENCUENTRO!!!

Para que no falte un detalle en el encuentro del próximo 24 de abril, y para que todos puedan asistir a la macroquedada HISTÓRICA, vamos a pedir aportaciones de 30 euros que, junto a lo que aporta el colegio, será suficiente para hacer el próximo encuentro un momento INOLVIDABLE.

Haz tu ingreso como mejor te venga: transferencia o pago directo, en los siguiente datos:

C.C.C.
0075 0408 47 0600738917
Titular: Esclavas del D.C.
Dirección Pº Santa Fe, 5
21003 Huelva
Banco Popular
Sucursal de la C/ Méndez Núñez, 14- Huelva 21003

NO OLVIDAD PONER EN EL ASUNTO/OBSERVACIONES DE LA TRANSFERENCIA/PAGO: NOMBRE Y APELLIDOS, Y AÑO DE NACIMIENTO.

Y, SI AÚN NO LO HAS HECHO, NO DEJES DE ENVIARNOS TUS DATOS A colegioesclavas.huelva@gmail.com, o dándote de alta en http://www.cardenalspinolahuelva.es/AAAA.htm.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡POR UN ENCUENTRO MASIVO!!!!!!!!!!!!!!!!!!

miércoles, 10 de febrero de 2010

OTRO GRAN DOCUMENTO HISTÓRICO QUE NOS LLEGA DESDE FACEBOOK

¿Quien encuentra a Rosario, a Mª Carmen, y tantas hermanas que asistieron a la boda de Anita? Es una foto guardada muchos años por Maribel González Benítez que ahora, gracias a la magia del encuentro y al poder de unión de las nuevas tecnologías, podemos disfrutar todos. ¡GRACIAS MARIBEL!

martes, 9 de febrero de 2010

¿DE VERDAD QUE NO TE ACUERDAS? :-)


La subcomisión encargada de elaborar el libro del cincuentenario está necesitando tu memoria!!! Ayúdanos con tus palabras escritas a dar contenido a ese compendio de sentimientos que pretendemos construir para recordar para siempre este año del cincuentenario. Comparte con nosotros tus recuerdos enviándolos a colegioesclavas.huelva@gmail.com.

¡TE ESTAMOS ESPERANDO!

UN ICONO DE VARIAS GENERACIONES....



GRACIAS POR LOS CATORCE AÑOS QUE DEDICASTE A HUELVA, MADRE AVE MARÍA, HNA VICTORIA... GRACIAS POR SEGUIR SINTIÉNDONOS COMO ALGO TUYO, POR SEGUIR EMOCIONÁNDOTE AL HABLAR DE NOSOTRAS, POR ESTAR AHÍ PENDIENTE DE TODAS, EN TUS ORACIONES, EN TUS RECUERDOS, EN ESE ENORME CORAZÓN QUE NO TE CABE EN EL PECHO.... GRACIAS POR TANTO!!!!

lunes, 8 de febrero de 2010

Nominados a Onubenses del año

Como un año más el periódico Huelva Información organiza los premios Onubenses del año, proponiendo a La Congregación de Esclavas del Divino Corazón de Huelva candidata en la categoría de educación reconociéndose la gran labor educativa y la entrega a la poblacion onubense por ello.

Sería muy bueno que en el año de nuestro cincuentenario colaboráramos para conseguir este premio.Podemos hacer que este sueño se cumpla.
Es muy fácil se podrá votar rellenando un cupón que aparecerá a diario en la contraportada del periódico y entregándolo en las oficinas del Huelva Información o en un buzon que han situado en el hall de nuestro colegio.

viernes, 5 de febrero de 2010

Si aún no los has visto... TIENES QUE VERLOS!!

Formadoras de corazones Spínola

Cap.I
Visita:
http://www.cardenalspinolahuelva.es/CINCUENTENARIO_VIDEO_ESCLAVAS.htm

UN FUERTE ABRAZO A TODAS LAS FORMADORAS DE CORAZONES SPÍNOLA QUE HICIERON, HACEN Y HARÁN DEL MUNDO UN LUGAR HUMANO, SOLIDARIO Y GENEROSO!!

LA JOYA DE LA CORONA

Con ese título nos han mandado esta foto, y lo menos que podemos hacer es mantenerlo, porque realmente es la prueba feaciente de lo que muchas generaciones después ha vuelto a ser realidad pero que en algún momento pareció una ilusión: el cole mixto. Eso sí: juntos pero no revueltos :-)

¡¡A TODOS LOS NIÑOS DEL PARVULARIO!!!

¡¡BIENVENIDOS A LA MAGIA DEL REENCUENTRO!!

Y por supuesto, GRACIAS RAFA, POR COMPARTIR TU PASADO, NUESTRO PASADO!!

jueves, 4 de febrero de 2010

GRACIAS ELO!!!

Colgamos una foto de Elo Macías y por error pusimos que era de las hermanas Sayago, por eso, y porque hay muchas en la foto que ya son un motor importante del encuentro, la ponemos de nuevo. Gracias Elo por preocuparte y querer ser partícipe directa de esta sana revolución de Antiguas Alumnas, gracias por compartir tus fotos con todos nosotros y un beso muy grande.

Hay muchas más fotos y videos que seguro os gustará ver en FACEBOOK, regístraos y compartid la MAGIA DEL REENCUENTRO!!

Un abrazo